sábado, 4 de julio de 2009

18 años


Esta primer semana de julio cumplo 18 años con la docencia.
¡Cuánto tiempo pasó! Tenía apenas 20 años y una decena de asignaturas, más o menos, de la carrera de Letras. En esa época, en la provincia de Buenos Aires las designaciones se hacían por Consejo Escolar. Todavía no existían las Secretarías de Inspección. Pero, sí eran muy comunes los Listados de Emergencia para cubrir los cargos ¿Por qué? Porque no había docentes y sobraban las horas cátedra vacantes. Nadie quería estudiar esa carrera, la docente. Los jóvenes preferían seguir algo más rentable. Corría el año 1991.
Pero todo cambió 2 o 3 años después. Los ingenieros, abogados, contadores, arquitectos, entre otros veían las puertas cerradas de las fábricas, estudios, obras y se volcaron en su inmensa mayoría a tomar horas en los colegios secundarios. Hicieron la capacitación docente y se colaron en el sistema por necesidad de ambas partes (la económica de ellos y ladel sistema de tapar agujeros).
Hoy todo cambió. Los jóvenes ven en la docencia una salida laboral rápida y estable. A fines de los 90 la provincia creó decenas de profesorados.
¡Qué vieja me estoy poniendo! Ya pasé 3 0 4 reformas educativas.
Veo por la calle mujeres y hombres que me saludan "hola profe" y, a veces no los reconozco porque ya no tienen 16 o 17 años, tienen 30 y pico.
Y yo ya cumplí la mayoría de edad con el sistema...

1 comentario:

Marcelo Falak dijo...

Felicidades! Sabés que en mi vida anterior, fui docente de un par de escuelas secundarias, unos 20 años atrás, más o menos la época en la que decís que la carrera docente no atraía. Yo enseñaba con título habilitante, como politólogo, no era docente. Aparte, en una de esas escuelas (privada) hacía trabajo administrativo y, entre otras cosas, contrataba profesores para cubrir horas vacantes. Es cierto lo que decís: no abundaba la gente con título docente propiamente dicho. Me alegra que las cosas hayan cambiado, porque no es lo mismo. Creo que la tarea pendiente es jerarquizarlos más y facilitarles la tarea con mayor apoyo de tipo social y hasta psicológico para los pibes. Un beso.

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