"-Monikucha, tu blog está muy K"- me dijo un seguidor y compañero de trabajo. Como si eso fuera un delito o una infracción. En un primer momento le dije que no era consciente, que se me había ido de las manos. Pero, cuando consulté con la almohada me di cuenta de que este seguidor tenía razón. Y sí, coincido con muchas medidas que tomó el gobierno: política de DDHH, reestatización del correo, aerolíneas, AySA, AFJP,política internacional, ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. También adherí a la 125 porque no me olvido del 2001-2002. Todavía siento el sabor amargo del fraude que fue la Alianza (demás está decir que la voté ´por Chacho). El año 2001, en mi caso, como en el de muchos argentinos fue durísimo. Como todos saben soy docente estatal y cobraba el 70% de mi sueldo en bonos basura (patacones serie A y luego serieB), estaba hipotecada en dólares con tasa variable y la cuota cada mes se hacía más inaccesible, aunque vivíamos en la ficción del 1 a 1. El 21 de diciembre de 2001 lloré como una esposa engañada cuando De la Rúa se escapó en un helicóptero. Quizás, porque estaba embarazada de 12 semanas luego de buscar mucho tiempo ese hijo y no veia futuro en este país. Creí que el mundo se venía abajo. Unos minutos después de la huida de Fernando fui a la carnicería con mis patacones a comprar un lechón para Nochebuena; el carnicero no me los aceptó pues eran serie B y vencían en 2007. Volví odiando a Ruckauf y compañía por no poder disponer de mi sueldo a mi antojo. No hace falta aclarar que 2 semanas y varios presidentes después los comerciantes comenzaron a aceptar cualquier medio de pago en bonos (Lecop, Lecor, Ptacanos, etc, etc), debido a la terrible recesión y el corralito. Con el nuevo año, 2002, llegó el cabezón lomense y devaluó el peso. Los que estábamos endeudados en dólares temblabamos, hasta que compensaron a los bancos y nos pesificaron 1 a 1 (eso sí nunca hablaron de CVS). El dólar se disparó y fue engorroso comprar algunos elementos de la vida diaria. Como dije antes, estaba embarazada y tenía que comprar el ajuar. NO HABÍA PRECIOS de cochecitos, muebles y otros insumos para bebés porque la moneda estadounidense cambiaba de valor a cada momento y todo era importado (la industria nacional se encontraba devastada). Además, en junio IOMA, mi obra social, había suspendido sus prestaciones en la clínica que atendía mi obstetra. Y 4 días antes de parir, la policía de Duhalde asesinó en Avellaneda a Maxi y Darío, fue el principio del fin del esposo de Chiche. Se convocó a elecciones para el 2003 y para papelón de nuestra sociedad la mayoría de los votos fue para el riojano tinellista. Todos saben que se bajó de la segunda vuelta y ganó N. Kirchner. Voy a confesar que pensé que "ese tipo" era más de lo mismo
pero, me sorprendió por todo lo que mencioné anteriormente.
pero, me sorprendió por todo lo que mencioné anteriormente.
Estoy absolutamente convencida de que no quiero volver al 2001-2002, la incertidumbre que viví como millones de argentinos no tiene que volver. ¿Qué hay del otro lado? El neoduhaldismopro, la alianza residual o basura y la izquierda atomizada. No confío en ninguno. Me dan escalofríos. No quiero volver a los 90 y a la devaluación como quieren los lilitos.
Les pido perdón, bloggeros, por mi historia mínima e insignificante pero sé que es similar a la de muchos argentinos. Por eso, el 28 de junio mi voto es para la continuidad de este proyecto nacional que apoya a presidentes como Evo, Correa o Chávez y se siente orgulloso de ser latinoamericano. Aunque vale aclarar que hay mucho por hacer todavía: la pobreza, el escandaloso INDEC, el aval de la CTA como representante de los trabajadores y demás. Pero hay que tener memoria de dónde estábamos a comienzos del milenio para no volver a repetir la historia. porque la oposición no está capacitada para realizar ninguna transformación, si está habilitada por algunos a dar marcha atrás.