

pero, me sorprendió por todo lo que mencioné anteriormente.
Estoy absolutamente convencida de que no quiero volver al 2001-2002, la incertidumbre que viví como millones de argentinos no tiene que volver. ¿Qué hay del otro lado? El neoduhaldismopro, la alianza residual o basura y la izquierda atomizada. No confío en ninguno. Me dan escalofríos. No quiero volver a los 90 y a la devaluación como quieren los lilitos.
Les pido perdón, bloggeros, por mi historia mínima e insignificante pero sé que es similar a la de muchos argentinos. Por eso, el 28 de junio mi voto es para la continuidad de este proyecto nacional que apoya a presidentes como Evo, Correa o Chávez y se siente orgulloso de ser latinoamericano. Aunque vale aclarar que hay mucho por hacer todavía: la pobreza, el escandaloso INDEC, el aval de la CTA como representante de los trabajadores y demás. Pero hay que tener memoria de dónde estábamos a comienzos del milenio para no volver a repetir la historia. porque la oposición no está capacitada para realizar ninguna transformación, si está habilitada por algunos a dar marcha atrás.