Hace 2 días inicié la lectura de Las muchachas peronistas de Jorge Halperín. Es un modesto libro de divulgación histórica y política que no aspira a tener un rigor científico pero, que tiene algunos conceptos interesantes sobre las mujeres peronistas y el poder. Advierto que los fans de Cristina y Eva no adherirán ciento por ciento pero, a veces otra mirada puede enriquecer nuestra concepción política.
En cuanto a Cristina, el libro dice lo siguiente:
El psicoanalista Juan Carlos Volnovich, autoproclamado "abogado del diablo" desde una defensa del género, plantea sus reservas de una manera original.
"En ese ascenso de la mujer en los espacios públicos está muy presente el cuerpo femenino (...). En este sentido, creo que no que no le perdonan a Cristina, entre otras cosas, es el look . El hecho de que ella esté tan soldada al ideal estético, tan exageradamente sobremaquillada... Así, ha hecho de su presencia algo irritante, que, sin embargo, hubiera sido absolutamente perdonado e idealizado en un varón. Y tal vez lo que más profundamente no puedan perdonarle es ese otro "pecado" en que Evita no incurrió: el gran milagro de una mujer que puede conciliar tres esferas de la vida: la conyugalidad, la filialidad y el desempeño público.
"En general, hay mujeres que han tenido un gran desarrollo público, que han sido muy buenas en lo suyo, en el arte, en la ciencia, en la técnica, pero que han tenido conyugalidades o maternidades desastrosas. Hay mujeres que han vivido, sí, grandes amores, pero no han tenido hijos, o han renunciado a su vida pública. Y hay otras mujeres que han sido madres maravillosas, pero a costa de no tener proyectos personales de desarrollo fuera del hogar. Ahora, alguien que tenga marido -un ex presidente de la República que, uno puede estar de acuerdo o no, pero no es un tonto y es un tipo con poder- y que, además de marido, tiene hijos y que, paralelamente, gravita en el espacio público como lo hace ella, esta simultaneidad del éxito o de su desempeño exitoso en tres áreas distintas y armónicas es, tal vez, lo más idealizado y lo más imperdonable en Cristina."
En cambio, Cristina no es portadora de un origen social "subalterno" como el de Evita, fuente de muchos disgustos para la clase media de entonces. Muchos de quienes concedieron la indulgencia definitiva a Evita son hijos de aquellos que la odiaban porque era una suerte de "mucama vengativa".
Todo lo contrario de Cristina, a quien, para descalificarla, se le atribuyen aires de "reina".
Jorge Halperín con Diego Tomasi en
LAS MUCHACHAS PERONISTAS. EVA, ISABEL Y CRISTINA
¿POR QUÉ DESATAN ODIOS LAS MUJERES EN EL PODER?
Bs. As., Aguilar, 2009
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